martes, 14 de septiembre de 2010

CLASE DE PALABRAS SEGÚN LA SÍLABA DE MAYOR FUERZA

CLASE DE PALABRAS SEGÚN LA SÍLABA DE MAYOR FUERZA
Introducción
En cada enunciado, las palabras desempeñan variadas funciones, y, atendiendo a la función que desempeñan, se clasifican en diferentes clases o categorías. Existen unas, denominadas autónomas o independientes, que pueden cumplir por sí solas una determinada función, y otras, que sólo pueden aparecer en un enunciado combinadas con alguna de las autónomas: las dependientes. A las primeras también se las denomina palabras léxicas, porque pueden ser definidas utilizando otras palabras del léxico común. A las últimas, que sólo pueden ser explicadas utilizando conceptos gramaticales, se las conoce igualmente como palabras gramaticales.
CLASE ¿QUÉ SON? ¿CUÁNDO SE ACENTÚAN? EJEMPLOS
AGUDAS Son las palabras que llevan la mayor fuerza de voz en la última sílaba. - Cuando terminan en cualquiera de las vocales (a,e,i,o,u).
- Siempre que acaben en las consonantes: N - S.
. allá
. café
. maní
. comió . menú
. corazón
. anís
. pantalón
GRAVES Son las palabras que llevan la mayor fuerza de voz en la penúltima sílaba. - Cuando NO termina en cualquiera de las vocales (a,e,i,o,u).
- Cuando NO termina en N ni S.
. lápiz
. Gómez
. azúcar . césped
. cárcel
ESDRÚJULAS Son las palabras que llevan la mayor fuerza de voz en la antepenúltima sílaba. ¡SIEMPRE!
. sílaba
. penúltima
. esdrújula . témpano
. médico

El trabajo que tienes que hacer es:
- Con ayuda de tu diccionario buscar 10 palabras agudas, 10 graves, y 10 esdrújulas.
- Dichas palabras las colocarás en un cuadro de doble entrada.
- Lee. “El Caballero Carmelo” y busca esta clase de palabras y colócalas en tu cuaderno.
- Escoge palabras que no conozcas y busca su significado.
- Investiga sobre Palabras Sinónimas y Antónimas.
Recursos
sancho1@mixmail.com
html.rincondelvago.com/clases-de-palabras.html
es.wikipedia.org/wiki/Palabra
www.kalipedia.com/lengua.../clases-palabras.html?x...138...
www.cpcoloniasj.es/.../clases%20de%20palabras.
www.juntadeandalucia.es/averroes/~14700596/files/categorias.pdf
www.asmadrid.org/spanish/depto/ling/morf/clasespal.htm
www.jaumebalmes.com/.../CLASES%20DE%20PALABRAS%201r%20batx.ppt
www.ceibal.edu.uy/.../clase_de_palabras_sustantivos.html
www.slideshare.net/.../clases-de-palabras-presentation
(Creado por Hazley Sánchez Moreno Mestas)

Retos y Realidades del Nuevo Humanitarismo. Cinco perspectivas de un mismo fenómeno

Retos y Realidades del Nuevo Humanitarismo. Cinco perspectivas de un mismo fenómeno

INTRODUCCIÓN

En nuestros días hablar, escuchar o leer de humanitarismo, crisis humanitarias, ayuda humanitaria parece muy común y de hecho resulta hasta cierto punto cotidiano. Lo "humanitario" se ha convertido en tópico imprescindible en foros políticos y económicos tanto nacionales como internacionales, así como en parte de los titulares en los medios de comunicación. Sin embargo, las nociones que conocemos del humanitarismo siempre están relacionadas con la asistencia, con las imágenes captadas por una cámara o con lo que los gobiernos utilizan como parte de su estrategia electoral o política.
La realidad siempre supera a la ficción, cada vez son más frecuentes los daños causados por fenómenos naturales, cada vez es mayor el número de víctimas civiles consecuencia de conflictos étnicos, genocidios o éxodos masivos, y lo más alarmante de la situación es que cada vez la ayuda parece menos efectiva. La imagen que nos llega de los desastres naturales y las situaciones de emergencia humanitaria se queda muy limitada con respecto a la realidad. Es así como estas nuevas emergencias han obligado al ser humano en general y a los estudiosos del Derecho Humanitario en particular, a fijar su atención nuevamente en estos fenómenos obligando así a sustraer los conceptos humanitarios engendrados en situaciones de asistencia humanitaria en enfrentamientos bélicos y adaptarlos a la actualidad, dando como resultado la generación de un nuevo y controvertido concepto en el mundo del Derecho Internacional Humanitario, el Nuevo Humanitarismo.
El presente trabajo, estudia la perspectiva de cinco expertos de la acción humanitaria , frente a este fenómeno, tomando como base el debate en torno al denominado Nuevo
Humanitarismo. De tal manera que el objetivo del presente escrito radica en determinar las líneas de encuentro de los estudiosos de la "acción humanitaria", sus retos y desafíos. Para así establecer cinco perspectivas del humanitarismo actual.


2. DEFINIENDO AL NUEVO HUMANITARISMO

Durante el siglo XIX ante el surgimiento de la necesidad apremiante de erosionar los estragos de los enfrentamientos armados y aliviar el sufrimiento que éstos producían en las víctimas, surge lo que Francisco Rey denomina humanitarismo moderno , o en términos de Pérez de Armiño humanitarismo clásico el cual determinará paralelamente el nacimiento de la disciplina del Derecho Internacional Humanitario, cuyos fundamentos jurídicos se encuentran en el Convenio de Ginebra de 1864 y fueron materializados a través de la conformación del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR).
En este marco, el humanitarismo se constituirá con el claro objetivo de "salvar vidas y aliviar el sufrimiento de las víctimas", y su acción estará determinada directamente por los principios de humanidad, neutralidad, imparcialidad, independencia y universalidad ; lo que en otros términos significa atender a toda víctima que lo necesite sin condición alguna. "Así el humanitarismo clásico se basaba en una ética deontológica, es decir, sustentada en el deber (el imperativo humanitario) y en los principios humanitarios, de forma que la ayuda humanitaria se consideraba como buena en sí misma y como un derecho de las víctimas de desastres".
Sin embargo, en fechas recientes este modelo de humanitarismo clásico ha perdido validez al ponerse en tela de juicio tanto su efectividad como su esencia; Al hundir sus raíces en la guerra, genera una actitud favorable de la opinión pública hacia el propio hecho, por lo que muchos líderes políticos o empresariales lo han usado con fines muy distantes al que en esencia el humanitarismo persigue . Es así como a partir de la década de los noventa, surge una nueva corriente en favor de lo que se denominará Nuevo Humanitarismo. Concepto que se gesta en los albores de la posguerra fría como resultado de los cambios políticos, económicos y sociales que el fin del enfrentamiento este - oeste trajo consigo.
Así, el Nuevo Humanitarismo ampliará sus objetivos e intentará contribuir a afrontar las causas raíces de los desastres y de los conflictos , con finalidades políticas claras y definidas y basará su aplicación en los principios rectores de neutralidad e imparcialidad cuestionadas y condicionadas. De tal manera que la ayuda será sectaria o segmentada por el grupo de países donantes y ante situaciones similares existirán formas y mecanismos de acción muy diferentes entre sí.
Los cinco autores analizados coinciden en distinguir el cambio de paradigma en la ayuda humanitaria a partir de la segunda mitad de la década de los noventa ante la proliferación de una serie inesperada y precipitada de conflictos internos, fenómeno que modificará las bases en las que el humanitarismo clásico se estableció y condicionará sus propios principios y objetivos. Al mismo tiempo que coincidentemente se señala como ejemplo clave de este cambio paradigmático en la ayuda humanitaria al conflicto de los Balcanes y, específicamente, a la intervención humanitaria en Kosovo, también coinciden en señalar que las causas de la mayor parte de estas crisis son políticas aunque se presenten bajo la etiqueta de "emergencias humanitarias complejas".

3. LA ACCIÓN HUMANITARIA EN LA POSGUERRA FRÍA

Después de la caída del muro de Berlín, el mito del Nuevo Orden Mundial, prevaleció entre la comunidad internacional de finales del siglo XX y principios del XXI, la esperanza de un sistema regido por los valores de la democracia, la defensa de los derechos humanos y la presencia del libre mercado, que se vislumbraban como ejes rectores de la sociedad en los albores de una nueva época. Sin embargo, las cosas no fueron así y el panorama mundial poco a poco se fue nublando ante la proliferación de desastres naturales, conflictos internos, éxodos masivos de población, genocidios y lo más grave, la incapacidad e insensibilidad de la comunidad internacional para dar respuesta a estas situaciones de emergencia.

Francisco Rey y Mabel González en su artículo Las Crisis humanitarias del Nuevo Siglo: aprender de la experiencia apuntan que "el panorama de la acción humanitaria se ha complicado durante la última década debido a la proliferación de las denominadas emergencias complejas" ; al mismo tiempo, definen como emergencia compleja aquélla causada por el propio hombre, en la que hay víctimas por efecto de la guerra, los desplazamientos y la hambruna, y donde la guerra se combina con un colapso total de las estructuras económicas y estatales, en ocasiones con la circunstancia agravante de una catástrofe natural ; es importante señalar que las causas de estas emergencias tienen como denominador común el aspecto político, aunque sus consecuencias puedan resultar políticas o humanitarias, razón por la que algunos autores pueden llamarlas emergencias humanitarias complejas.

Ante el surgimiento del nuevo fenómeno de las emergencias complejas, los actores de la escena humanitaria se vieron obligados a modificar sus líneas de actuación ya que como señala Sanahuja: "ante estas emergencias es imposible actuar desde una posición neutral como el humanismo clásico pretende, ya que por lo regular existe una violación masiva de derechos humanos; además de que la cautela debe predominar entre las organizaciones humanitarias si es que no se quieren ver arrastradas por la dinámica del propio conflicto interno y contribuir involuntariamente a su agravamiento o prolongación" . Ya que como señala Mark Duffield, citado en el texto de Rey y González, un elemento básico para entender las emergencias complejas es la economía política de la guerra interna, que deja patente la existencia de grupos de poder internos que sacan provecho de la ayuda externa por encima de los más afectados, politizando así tanto la ayuda como al donante ; de tal manera que ante la actuación de estas mafias del humanitarismo, la ayuda puede hacer más mal que bien, al tener como efecto indeseado el refuerzo de alguna de las partes en conflicto y la exacerbación o prolongación de éste por varias vías .
También el artículo de John Tirman retoma el tema de las emergencias complejas y hace un levantamiento contra el propio sistema neoliberal al señalarlo como origen de éstas. Citando a Duffield apunta que "las emergencias complejas surgen en los márgenes de la paz neoliberal, donde ésta choca con los sistemas políticos cuyas normas difieren violentamente de las propias" , e introduce además uno de los puntos más ríspidos y cuestionados en la discusión del tema del nuevo humanitarismo: la presencia de las fuerzas armadas estatales como parte de la baraja de actores humanitarios.









4. LAS FUERZAS ARMADAS O EL FIN DE LA SOBERANÍA DE LOS ESTADOS

En el marco de la discusión sobre el Nuevo Humanitarismo, es imposible no tocar el tema de la intervención de las fuerzas armadas. Los textos citados coinciden en abordarlo. Los autores comparten la idea de que a partir de la crisis de los Balcanes la presencia de elementos estatales armados con bandera "humanitaria" marca un antes y un después en esta materia.
Es así como Francisco Rey determina que la irrupción militar en el escenario humanitario en 1999 en Kosovo bajo la aprobación del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, ha alterado y confundido de modo importante el propio concepto de acción humanitaria ya que los medios y campos de acción de lo militar y lo humanitario son muy distintos, y por lo tanto, los objetivos y principios que rigen a cada una de estas actividades resultan incompatibles. Rey cita a Adam Roberts al referir que incluso en las operaciones de mantenimiento de la paz de Naciones Unidas con fines humanitarios, la presencia de las fuerzas armadas condiciona la imparcialidad ya que es vista como parcial por una de las partes .
De igual manera Tirman retoma este tema, y empleando el mismo caso de referencia -la crisis de Kosovo y la intervención de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) bajo el carácter de "humanitaria"- cita a Nicholas Weeler quien señala que la intervención de la Organización Atlántica, al contradecir la justificación de su intervención como forma de acción humanitaria de "cero bajas", precipitó el auténtico desastre que pretendía evitar . Por su parte, para Sanahuja la intervención de los miembros de la Alianza Atlántica en Kosovo, fue presentada a los ojos de la opinión pública como una "cruzada moral", para así legitimarla con los argumentos del deber de injerencia humanitaria; Sanahuja agrega que finalmente la OTAN no pudo ocultar por más tiempo que además de su interés humanitario, en esa guerra estaban en juego intereses estratégicos de largo alcance, relacionados con el futuro de la propia organización atlántica, así como el diseño político, militar y de seguridad occidental y europeo de la posguerra fría .
Sin embargo, no todos los argumentos son en contra de la intervención militar en la escena humanitaria. Rey y González también realizan una importante anotación a este respecto al señalar que "en algunas ocasiones, debido a las dimensiones y características propias del conflicto, el papel de los militares en el terreno humanitario no sólo puede resultar positivo sino necesario, ya que puede facilitar el acceso de las Organizaciones No Gubernamentales (ONG) de diversas formas: rompiendo los "circuitos" de la violencia ; entregando, en ocasiones por la fuerza, ayuda a los que sufren; creando espacios humanitarios; mediante la subcontratación de sus servicios de logística, entre otras acciones. Pero la coexistencia entre estas formas de ayuda y el cumplimiento de los objetivos humanitarios dependerá en gran medida del ambiente en que se desarrollen las actuaciones y los mecanismos de coordinación existentes.
De cualquier manera, el hecho de que este punto sea abordado por todos los ensayos analizados para la realización del presente trabajo manifiesta la importancia del mismo en el debate actual y, al mismo tiempo, se convierte en uno de los puntos clave tanto del nuevo humanitarismo como de los retos que éste debe asumir para cumplir con sus objetivos, ya que lo innegable es que la presencia militar en el terreno humanitario existe y cada vez se convierte en un actor con mayor peso político y moral, por lo que la necesidad de regular la intervención humanitaria, aclarar el deber de injerencia y formalizar los usos y costumbres existentes a este respecto, apremia cada vez más.

5. ¿ES EL JUEGO DE INTERESES UN JUEGO DE SUMA CERO?

Negar la parcialidad de algunos actores del Nuevo Humanitarismo resulta algo irrisorio. Cada vez es más evidente que aspectos referentes a la acción humanitaria, al desarrollo de los pueblos de la periferia o al tratamiento de problemas de los más desvalidos por medio de la cooperación internacional son empleados en todo tipo de discursos que van desde los políticos hasta los publicitarios con el único fin de justificar acciones o atacar la conciencia de la opinión pública por medio de referentes que permitan crear un puente entre el bien hacer y el bien decir. Es así como el uso visual o verbal de problemáticas sociales en las que se muestre al "hombre blanco" salvaguardando la integridad de sus semejantes desvalidos impregnan en el imaginario colectivo el sabor del bien hacer o el bien obrar.
En palabras de Sanahuja, "la utilización de lo humanitario como argumento legitimador al servicio de otros intereses" . Este argumento justifica y nos ayuda a comprender algunas situaciones peculiares como son, la proliferación desbordada en los últimos años de actores humanitarios, o la razón por la que los presupuestos de los Estados donantes en materia de cooperación al desarrollo o ayuda humanitaria son diferentes de un Estado receptor a otro, o simplemente las dimensiones de la cobertura de los medios de comunicación a las crisis humanitarias tan dispares entre América, África y Medio Oriente.
José Antonio Sanahuja también hace referencia al estudio del Comité de Ayuda al Desarrollo de 1998, en el cual se señalaba que la existencia de la "necesidad de mostrarse activos frente a una crisis humanitaria es una preocupación relacionada con la política exterior de algunos Estados, que, en ocasiones, puede plantearse al margen de las valoraciones objetivas de lo que realmente es necesario para apoyar una operación humanitaria" . Además agrega que "los intereses estratégicos, militares o de política exterior, el juego político nacional o la influencia de los medios de comunicación, y no la necesidad objetiva son en muchos casos los factores que determinan la cuantía de las aportaciones y el tipo de respuesta" .
A este respecto Pérez de Armiño señala, entre algunas de las tendencias de la ayuda internacional actual, la creciente politización de la ayuda y la fuerte desigualdad geográfica dela respuesta a las crisis humanitarias, priorizando unas y olvidando otras . Por su parte John Tirman afirma que la preocupación de muchos gobiernos frente a los programas con múltiples objetivos humanitarios o de cooperación radica en hacer rendir sus inversiones, sumando además el elemento ideológico que pervierte el principio de neutralidad de los equipos humanitarios, haciéndolos parecer instrumentos de los poderosos, aumentando así las posibilidades de que se conviertan en objetivos de ataque .
La conversión de la ayuda humanitaria de un fin de la política internacional a un medio de poder es uno de los fenómenos más importantes de inicios del siglo XXI. Genera un cambio en los paradigmas del contexto humanitario, ya que muestra la necesidad de adecuar las pautas jurídicas, económicas, políticas y sociales para impedir que el bienestar del ser humano deje de ser el fin último de la ayuda humanitaria y se convierta en un paliativo de la misma al servicio del propio ser. Los retos de los verdaderos actores humanitarios son muy grandes y requieren coordinación e interés por hacer prevalecer las bases de humanitarismo y el sentido de su lucha por encima de los intereses económicos o políticos de terceros.
Paula Ortiz Murillo:


6. CONCLUSIÓN: CRÍTICAS Y DESAFÍOS DEL NUEVO HUMANITARISMO

Si se busca un común denominador entre las críticas al Nuevo Humanitarismo, la subjetividad, la politización, y la falta de coordinación y de neutralidad son algunos de los calificativos que prevalecen en los textos estudiados; sin embargo, además de mostrar esta cara oscura de la situación se plantean las alternativas posibles para salir adelante y lograr que el objetivo de toda ayuda humanitaria se cumpla, y ésta deje ser instrumento al servicio de los intereses particulares de líderes políticos o económicos.
Entre las críticas más recurrentes al Nuevo Humanitarismo abordadas por los autores estudiados se encuentran las siguientes:
a. El surgimiento de actores humanitarios de forma desorganizada, con fines
particulares, generalmente opuestos a los que la ayuda humanitaria persigue.
b. La politización de la ayuda y, en consecuencia, la selectividad de la misma, así
como la falta de equidad en la respuesta humanitaria de casos similares.
c. La falta de coordinación entre los actores humanitarios. Este aspecto es uno de
los más cuestionados y sobre el que recientemente se ha puesto mayor interés. Los ensayos de
Rey y de Tirman abordan esta problemática y señalan tanto la necesidad de optimizar la
coherencia de las políticas de los organismos planificadores como la manera de multiplicar las
tareas de respuesta humanitaria de los profesionales sobre el terreno .
d. La necesidad de que Naciones Unidas (ONU) ejerza un papel protagonista en
esta coordinación o en el diseño de la estrategia de acción humanitaria; es urgente y necesario
que vaya más allá de establecer misiones de paz o reconstrucción, pues esta política no ataca
la base del problema, sino sus consecuencias. Al mismo tiempo se reconoce al Alto
Comisionado de Naciones Unidas para Refugiados (ACNUR) como el organismo de la ONU
con mayor actividad en materia humanitaria y cuya experiencia y posicionamiento en el
terreno humanitario puede servir como eje de la estrategia humanitaria mundial.
Uno de los desafíos más grandes que tienen las Naciones Unidas es el de evitar a toda costa convertirse en instrumento de política exterior de algunos gobiernos, que puedan utilizar las resoluciones del Consejo de Seguridad como medios de legitimación de acciones de intervención o injerencia bajo la bandera del humanitarismo (No olvidar el caso de la Guerra de Irak).
e. Por último, dejar de pensar en la acción humanitaria como una acción de transferencia de recursos o una ayuda asistencial. Las emergencias humanitarias complejas no encuentran en la asistencia una solución efectiva. Las soluciones deben atacar los puntos de vulnerabilidad que generaron la crisis. Son acciones que pueden llevar más tiempo y recursos por parte de los donantes y, siendo un poco realistas, cuya retribución en cuanto a marketing social o publicidad frente a la opinión pública es mucho menor, por lo que pocos apuestan por esta salida, aunque en términos de ayuda humanitaria sea más efectiva.
A este respecto José Antonio Sanahuja señala que la "ayuda humanitaria y de emergencia clásica, centrada en la distribución de socorro en fases críticas de las emergencias, debe ser considerada una actuación necesaria, pero se debe ser consciente de sus límites" .
Tanto Rey como Sanahuja coinciden en señalar la prevención de las crisis o de las emergencias como una opción viable en el Nuevo Humanitarismo, ya que ambos establecen que la acción humanitaria puede realizarse antes de que la crisis emerja o se convierta en compleja. Es decir tal vez no se puedan predecir o evitar los fenómenos naturales, pero sí se pueden controlar o aminorar los estragos que éstos pueden producir en poblaciones específicas, evitando el desastres.
La lectura y análisis de estos cinco textos nos ha permitido darnos cuenta de la situación en la que actualmente se encuentra la ayuda humanitaria, de lo que significa para los donantes y para los receptores de la misma. Las posibilidades de que el Nuevo Humanitarismo cumpla con los objetivos de promover la paz, la defensa de los derechos humanos y el desarrollo, son muy altas si los actores involucrados en el proceso comparten el mismo discurso; sólo así existirá conciencia humanitaria, compromiso humanitario y lo más importante, solo así se logrará la cooperación y coordinación entre ellos. La ayuda humanitaria debe ir más allá de intereses de política exterior, más allá de credos políticos o religiosos, más allá de intereses económicos trasnacionales. Ese es el verdadero desafío de la acción humanitaria actual, el reto del Nuevo Humanitarismo.



















BIBLIOGRAFÍA

PÉREZ DE ARMIÑO, KARLOS, "La vinculación emergencia-desarrollo en el marco del "nuevo humanitarismo", en Reflexiones y propuestas, Temas de Cooperación, n°.13, Madrid, Coordinadora de ONG para el Desarrollo-España, 2002.
PÉREZ DE ARMIÑO, KARLOS, Desastres y Acción Humanitaria Internacional, Vitoria-Gasteiz, Servicio Central de Publicaciones del Gobierno Vasco, 2004.
REY, FRANCISCO, "Los actores de la acción humanitaria. Algunas reflexiones sobre las instituciones públicas en la acción humanitaria", en Anuario de Acción Humanitaria y Derechos Humanos, Bilbao, Universidad de Deusto, 2005.
REY, FRANCISCO Y MABEL GONZÁLEZ, "Las Crisis Humanitarias del Nuevo Siglo:
Aprender de la Experiencia", en M. Aguirre (Ed.), Anuario del CIP 2000, Madrid,
Icaria-CIP, 2000.
TIRMAN, JOHN, "El nuevo humanitarismo o cómo la intervención militar se ha convertido en norma", en Alternativas Sur, vol. III, no.2, Madrid, 2004.
SANAHUJA, JOSÉ ANTONIO. "La acción humanitaria en la posguerra fría; escenarios y problemas", en Guerras, desastres y ayuda de emergencia. El nuevo humanitarismo internacional y la respuesta española, Barcelona, Oxfam
Intermon, 2000.


Hecho por: Hazley Sánchez Moreno Mestas